Gracias al mundo globalizado en el que vivimos, incluso la impresión ha tenido que adaptarse a las nuevas tecnologías. Ahora es posible imprimir sobre cualquier superficie, más allá de que tradicionalmente, esto se solía realizar sobre papel. Se hace necesario tener un conocimiento de las diversas formas de fijar un texto o una imagen y con ello lograr un trabajo efectivo, sobre todo al momento de imprimir libros, revisas, catálogos o manuales.
Diferentes tipos de impresión
Impresión digital: se ha extendido durante los últimos años, pensada sobre todo en el área de las artes gráficas. Comúnmente se emplea la inyección de tinta o el tóner, a través de la impresión láser. Resulta apta para el papel, siendo la más demandada debido a su rapidez de secado, y otros materiales.
Impresión ‘offset’: nos lleva a recordar la litografía. Aunque también es posible aplicarla sobre papel y cualquier otra superficie, la misma utiliza una plancha metálica y tinta oleosa, con un secado menos rápido si se le compara con la impresión digital.
Flexografía: es una técnica de impresión bastante rápida con respecto al secado. Se emplea especialmente en cajas de cartón, pues presentan una superficie irregular y ondulada, y es usada una placa de gran flexibilidad, de allí proviene su nombre.
Impresión tipográfica: es uno de los tipos de impresión que más antigüedad tiene. No es cosa sencilla encontrarlas en grandes empresas de impresión, por lo que son más típicas de tiendas pequeñas. Se empleaba para imprimir libros, específicamente los primeros que no eran copiados a mano. Se colocaba las letras a modo de espejo, se llenaban de tinta para que pasara a un papel que se encontraban en una plancha. Con el transcurrir del tiempo, se fue mejorando tras el incremento en la demanda de libros, cuando proliferó la burguesía en el siglo XIX.
Otros tipos de impresión
Podemos encontrar otras formas de realizar una impresión, bien sea de imágenes o textos. En el caso de algunas, ya no son utilizadas, pero no han dejado de ser parte de la historia de la imprenta. Una vez que llegó la imprenta se inició la comercialización del libro, siendo la novela la que arrancó con más fuerza.
La imprenta también se usó para la elaboración de carteles, sobre todo cuando estos estaban dirigidos hacia la promoción de algún evento o, para animar al patriota o desanimar al enemigo durante las diferentes guerras que se llegaron a producir durante el siglo XX.
La litografía se conoce como una impresión que está en desuso en la actualidad, y la misma se orientaba hacia todo lo que tenía que ver con los carteles. Era realizada mediante el trazo de una imagen sobre una plancha metálica o una piedra, que luego era plasmada con tinta sobre un papel, con la finalidad de hacer copias exactas de una pintura o grabado.
En cuanto a la serigrafía, se trata de uno de los métodos de impresión más antiguos, ya que se data su origen en el 3000 a. C. La impresión se lleva a cabo sobre cualquier superficie donde determinada imagen es transferida mediante una malla enmarcada, a fin de tensarse. Se pueden obtener infinidad de copias, sin perder la resolución.